Antonio Basurto, comandante de Marina de Río de la Plata, responde a la orden del 6 de octubre de 1787 disponiendo que los buques estén en el mejor estado posible y preparados ante cualquier eventualidad provocada por la inestabiliad política en Europa. Añade que la corbeta San Gil, que sería enviada a las Malvinas, iría armada y con su tripulación al completo