Section: Ministry of Defense publications
Title: Semáforo de La Atalaya, Tenerife / Luis M. García Rebollo
Author: García Rebollo, Luis M
Notes: Bibliografía
Resumen: Este artículo trata del semáforo de la Atalaya, situado en Tenerife. Del semáforo solamente queda un edificio ruinoso, construido a más de doscientos metros sobre el acantilado. Hay que remontarse a los orígenes de la conquista para encontrar los primeros vigías del norte de Tenerife. La razón más importante para el establecimiento de atalayas de observación fue la de impedir la llegada a la isla de epidemias de buques infectados, además de prevenir a la población ante un ataque inminente, alertar sobre la llegada de buques amigos o informar sobre el estado del mar, y es a partir de 1506 cuando el Cabildo de Tenerife acuerda el nombramiento de los primeros atalayeros. Los atalayeros se comunicaban entre ellos mediante un código de señales de fuegos o humos. En 1743, el británico Charles Windham, al ver las defensas de Santa Cruz concurridas pasó de largo y atacó La Gomera. El 30 de abril de 1657 los tinerfeños se vieron sorprendidos por 23 navíos de guerra de Blake, que pretendía hacerse con el botín de la flota de indias de Diego de Egüés. Los barcos españoles fueron destruidos por Blake, aunque no se llevaron el tesoro. El año siguiente, Diego de Egüés desembarcó la plata en el Puerto de Santa María. Por su parte, Horacio Nelson, en su aventura canaria, fue derrotado por el general Antonio Gutiérrez de Otero, que era la tercera vez que vencía a los ingleses, después de las Malvinas y Menorca. El ataque de Nelson coincidió con el época de gloria de la Armada, siendo España primera potencia mundial; pero las políticas de la Ilustración hicieron perder el control del comercio marítimo mantenido durante siglos; como consecuencia del desplome del imperio marítimo, la Armada se retira del control de los grandes espacios marítimos hacia la costa; así se crean las comandancias de Marina en 1803 y atalayeros pasan a depender de las nuevas comandancias. El invento del telégrafo en 1855 revoluciona el concepto de las atalayas de observación y la formación de los atalayeros, que pasarán a formar parte de cuerpos técnicos del Estado. Por Real Orden de 9 de junio de 1884, se designan los primeros 20 semáforos eléctricos de la costa española; entre ellos, se construye el semáforo de La Atalaya de Anaga. En 1894 entra en funcionamiento un cable de comunicaciones que une Canarias y América, y a partir de entonces, todos los buques se acercarán al semáforo. En 1898 el almirante Cervera llega con su Escuadra de Instrucción en demanda de Santiago de Cuba; el semáforo de Anaga transmite las órdenes del Gobierno de continuar su viaje a un desastre inevitable. En los años 40 hubo mucha más actividad; en esta época el Cuerpo de Vigías de Semáforos pasa a formar parte del de suboficiales de la Armada. Con el paso de los años y los avances en las comunicaciones marítimas, el semáforo de La Atalaya se volvió innecesario. El 2 de julio de 1970 el Ministerio de Marina lo entrega al de Hacienda. El Cuerpo de Vigías de Semáforos de la Armada continuaría aún más de 20 años en activo hasta ser declarado a extinguir.
Type of publication: Articles and chapters