Fracturas craneales evolutivas

Notas: Bibliografía: página 161
Sumario: Las Fracturas Evolutivas se las puede considerar por tanto como un síndrome de frecuencia escasa, con una mayor incidencia antes del primer año de vida, y con un origen traumático, ya sea obstétrico o por golpe o caída, con consecuencias inmediatas mínimas. El período silencioso es largo y el modo de evolución constante, presentándose en el caso de un traumatismo cerrado con fractura lineal y desgarro dural en el cráneo inmaduro infantil, que precisa un tiempo mínimo para que el crecimiento de este trazado fractuario de lugar a una laguna ósea por alargamiento y ensanchamiento del defecto óseo. Esta laguna tiene u origen etiopatogénico único, pero muestra unas formas anatomoclínicas diversas según su evolución y los factores implicados a los distingos niveles (dural, vascular y cerebral). Estas formas de presentación recibirán distingos nombres según se presente la laguna con o sin quistes leptomeníngeos, o bien se evidencie como un Hidrocele Diploico Comunicante o un Meningocele Spurium. Todas ellas presentan una sintomatología semejante, y su diagnóstico está basado fundamentalmente en la exploración física y la radiografía simple, siendo de utilidad también el E.E.C., la neumoencefalografía fraccionada, la arteriografía selectiva y la cisternografía isotópica, que nos muestra las características específicas, y sobre todo el T.A.C. nos sirve de método diagnóstico y de control. La indicación quirúrgica es constante y el tratamiento anticomicial aconsejable, al menos hasta dos años después de la intervención.