Disertación sobre la conveniencia de conservar o...

Notas: Copia manuscrita.
Alcance y contenido: La presente disertación, fué motivada por las discusiones que se suscitaban en la Península acerca de la conveniencia de mantener la posesión de los llamados Presidios Españoles en la Costa de Africa.
Al comienzo del artículo se refleja como, despues de la expulsión de los árabes de la Península, se vió la necesidad de ocupar ciertos puntos de la costa de Marruecos, en los cuales se encontraban embarcaciones que obstaculizaban el comercio español con los diversos puertos del Mediterráneo, describiendose las sucesivas campañas emprendidas a tal fin durante los reinados de Carlos V, Felipe II y III, Carlos II y Felipe V así como las posesiones conquistadas.
Se puede observar en éstas acciones un movimiento cíclico según el cual una posesión era abandonada, para volver a ser tomada a costa de grandes pérdidas años más tarde, a causa de la nueva aparición en sus costas de corsarios y núcleos de bandidaje.
Seguidamente se han recogido en el trabajo las opiniones más generalizadas en la Península, tanto a favor, como en contra de la conservación de los Presidios, que en el "Extracto" del autor se fundamenta en éstas razones.
A) Por parte de los que están en contra de los Presidios menores, se aduce que la ambición y deseos de extender el dominio que tuvo la nación en los siglos XV y XVI; los costes crecidos y las pérdidas de hombres que han representado las conquistas y su conservación; la necesidad de mantener guarniciones con perjuicio de la disciplina y por consiguiente de escasa utilidad, hacen esteril la utilidad que los mismos producen.
B) Los que atribuyen a los Presidios una importancia tan interesante, opinan que de su conservación se deriva la prosperidad de nuestro Comercio, Marina mercante, la Armada, y por consiguiente de la Industria, ya que reconociendo la experiencia de siglos anteriores, creen que de no seguir así, los árabes volverán a saquear nuestros barcos y nuestras costas.
Finalmente se contiene el Decreto del Generalísimo, leido a S.M.
del 29 de Enero de 1.804, en el cual manifiesta el Rey, el deseo, no solo de que se conserven, sino que se mejoren, dando instrucciones a la Hacienda para que disponga los fondos pertinentes a tal fin, dando así por resuelta ésta discusión, y que desde luego se "omita toda discusión en la materia, ni se tenga por opinable el punto de si convienen los Presidios".
Se indica que "Es copia fiel del original que se guarda en el Archivo de la Dirección General del Cuerpo de Ingenieros", copia que viene firmada por el autor en Madrid, 30 de Enero de 1.804.