Oficio del capitán de navío José Varela Ulloa al secretario de Estado, avisándole su llegada a Lisboa y la del teniente coronel Félix de Azara que le acompañará en la demarcación de límites en la América meridional. Enterado de los instrumentos remitidos al Brasil para las observaciones astronómicas y físicas en los puntos por donde pase la línea divisoria, esperando no falten auxilios para transitar por parajes aún desconocidos a españoles y portugueses. Se apronta la fragata marchante nombrada el Santísimo Sacramento y la Virgen del Rosario, en la que harán viaje al Río de Janeiro