Sección: Publicaciones de Defensa
Título: Submarinos en Malvinas / José Javier Guerrero del Campo
Autor: Guerrero del Campo, José Javier
Notas: Bibliografía
Resumen: El artículo trata sobre la participación de submarinos en las islas Malvinas durante la guerra que tuvo lugar entre Argentina y el Reino Unido en el año 1982. La primera participación oficial de un submarino fue facilitar el desembarco de la fuerza principal con el objetivo de realizar una incursión anfibia sobre la península de Camber, desde Puerto Enriqueta y Puerto Grousac, con la intención de tomar, entre otros objetivos militares, el aeropuerto de la capital y la casa del gobernador. Los británicos, por su parte, a finales de mes también realizaron un reconocimiento de la costa con un submarino mediante la participación de tropas especiales, que fueron determinantes para rendir la guarnición de las Georgias. En aquellos días de abril, no solo las aguas próximas al continente llamaron la atención de las fuerzas argentinas, sino que el mar de las Malvinas fue zona de detección submarina. Ya en mayo las actividades tomaron un nuevo cariz hasta los diez primeros días del mes. Durante este mes queda patente el defectuoso estado de los submarinos ingleses. De las acciones de combate podemos destacar como la más exitosa el hundimiento del ARA Belgrano por el HMS Conqueror, submarino que se detectó posteriormente en la zona del hundimiento; la segunda acción en importancia fue el ataque y neutralización del ARA Santa Fé en las Georgias, convirtiéndose en la primera baja de la Armada argentina. Un primer enfrentamiento entre un submarino y unidades de superficie con apoyo aéreo se produjo también el 1 de mayo, cuando el ARA San Luis es atacado por las HMS Brillant y Yarmouth. La más ambiciosa, que pudo acabar en un enfrentamiento entre submarinos, se produjo el 17 de mayo. En los primeros días de mayo, durante la fase embarcada, la aviación naval tuvo también una actividad intensa contra submarinos; de nuevo, treinta y dos años después, se sabe que no fue contra submarinos británicos. En el golfo de San Jorge hubo mucha actividad por esas fechas; el 29 de abril por la noche se movilizaron las tropas de las guarniciones ribereñas ante el supuesto desembarco de comandos, donde a la mañana siguiente desaparecería un helicóptero en extrañas circunstancias y el día 1 de mayo sería avistado desde tierra un submarino. En la otra parte del mar argentino, dentro de la zona de exclusión, a la Royal Navy las cosas no le iban mejor; en esos días vivió numerosas alertas submarinas, coincidiendo con sus peores momentos, que fueron difíciles de clasificar con exactitud debido a las difíciles condiciones que representaba la guerra submarina en el Atlántico Sur; con la llegada, el 12 de mayo, de la zona de exclusión hasta las 12 millas territoriales argentinas, estos sucesos tan intensos se desvanecieron, dando lugar a casos aislados y remotos. Al igual que ocurrió en abril, las actividades de inteligencia volvieron a estar probablemente,relacionadas con los submarinos. La flota británica desplegó sus submarinos, ubicándolos en áreas con movimiento restringido según las necesidades y planteamientos tácticos; a mediados de mayo se le presentó un problema que sus submarinos no pudieron resolver por esa libertad restringida de movimientos. Durante los últimos 30 años han sido numerosos los testigos que afirmaron que en Malvinas vieron submarinos, ya fuera por tropas en tierra o por experimentados pilotos del Ejército y de la Fuerza Aérea. Hoy día, los documentos desclasificados por parte británica nos dicen que en las fechas de esos avistamientos no había ninguno de ellos en las inmediaciones de las islas. Durante el inicio de la guerra, y en momentos previos a ella, los Estados miembros de la Commonwealth aportaron su grano de arena a favor del Reino Unido. En el lado opuesto de esos testigos, recientemente ha sido publicado un libro titulado "Submarine Tales" de Dan S. Lewis que afirma que el Maritime Command (canadiense) aprobó que un submarino aproase hacia el Atlántico sur el 5 de abril como apoyo a la flota submarina británica en previsión de cualquier problema. Según nos cuenta el autor de dicho libro, el submarino en cuestión operó en Malvinas hasta el 4 de mayo, en que se dirigió a Ascensión para repostar, y de donde partiría el 22 de mayo hacia el Sur para aparecer el 27 de mayo en las Georgias. Entre el 5 de abril y el 4 de mayo, y por lo menos hasta el 10 de dicho mes, hubo actividad en inmersión en lugares en los que sabemos que no había submarinos británicos. Para terminar, un segundo punto de la historia que no concuerda es la presencia del submarino en las Georgias, donde dice estuvo para apoyar a un equipo de operaciones especiales. Los sucesos no concuerdan, a no ser que esto ocurriera en otro lugar previamente y como parte de la Operación Keyhole.
Registros relacionados: En: Revista general de marina. - Madrid : Depósito Hidrográfico, 1877- = ISSN 0034-9569. - 01/10/2014 Volumen CCLXVII octubre - 2014 , T. 267 (oct. 2014), p. 437-447
Materia / lugar / evento: Guerra de las Malvinas
Submarinos
Combate naval
1982
Gran Bretaña
Argentina
Océano Atlántico Sur
Malvinas (Islas)
Tipo de publicación:
Artículos y Capítulos