Sección: Publicaciones de Defensa
Título: Antecedentes históricos y causas del conflicto : [primer centenario del inicio de la primera Guerra Mundial] / Agustín Ramón Rodríguez González
Notas: Resumen: El artículo trata de los antecedentes historicos y las causas de la Primera Guerra Mundial. La causa fundamental era que el modelo de la primera fase de la Revolución Industrial, basado en el hierro, el textil, el vapor y el carbón, se estaba agotando por exceso de oferta; por esas razones fueron necesarios los cambios tecnológicos de la segunda fase. De forma casi inevitable, los países europeos habían virado al proteccionismo para defender la producción nacional de la competencia extranjera. Otro efecto es que termina enfrentando entre sí a los países que mantienen relaciones comerciales; tales males se intentaban resolver mediante la negociación de tratados bilaterales de comercio y amistad, pero el regateo podía ser tan largo como duro; lo normal es que se reabrieran viejas heridas, alimentadas por el nacionalismo de la época. La solución más fácil estaba en conseguir nuevos mercados en ultramar, es decir, mercados coloniales, exacerbándose la competencia entre países por conseguir territorios a los que imponer el consumo de excedentes. Otras potencias -como el otomano, el austro-húngaro y el ruso- no tenían esas aspiraciones coloniales, pero estaban enfrentados en el ámbito económico por la necesidad de una modernización de sus economías. Por otro lado, el balance de poder económico entre las principales potencias económicas estaba cambiando, con algunas en claro y rápido ascenso y otras en relativo descenso; y por otro, se producía la aparición de nuevas potencias extraeuropeas, especialmente los Estados Unidos y, en menor medida, Japón. También, en la Europa del siglo XX se aunaban el cosmopolitismo y el nacionalismo; sin embargo, era también una época de ferviente nacionalismo, surgido de las revoluciones liberales y a menudo como respuesta al imperialismo napoleónico. Pero si el nacionalismo era un elemento aglutinador en algunos países, en otros significaba lo contrario, especialmente en el Imperio austro-húngaro y en el Imperio otomano, especialmente en los Balcanes; es ahí donde tuvo lugar el chispazo que dió inicio a la Gran Guerra tras las dos sucesivas Guerras Balcánicas. Todo eso no hubiera tenido más importancia para el equilibrio mundial de no ser por los intereses e injerencias de potencias mayores en el área. Rusia había crecido a costa del Imperio otomano y esperaba hacerse con Constantinopla (Estambul) y salir, así, al Mediterráneo. Estos deseos llevaban chocando desde la Guerra de Crimea (1854-56) con la clara negativa de Francia y Gran Bretaña a la expansión rusa; pero Rusia tenía enemigos en los Balcanes: el emperador de Austria-Hungría no podía tolerar las injerencias rusas en aquellos territorios; a este se unía el káiser alemán, en parte por ayudar a su aliado y en parte por su animadversión al paneslavismo. Finalmente, el nacionalismo estaba adquiriendo perfiles siniestros con el "darwinismo social", que aplicaba las teorías de Darwin a la especie humana: los distintos pueblos y culturas eran como especies animales que competían por los recursos y el espacio, y solo el triunfo en la lucha aseguraba la supervivencia de los más aptos. Mientras se producían todos estos cambios,no faltaron las crisis que amenazaban con conducir al enfrentamiento; los pueblos, muchas veces atemorizados por rumores de una inminente guerra, se acostumbraran a solucionar sus problemas diplomáticamente. Por otra parte, las alianzas -la Entente- eran documentos muy complejos, de carácter defensivo y en ocasiones hasta ambiguos. Por último, la época era una auténtica carrera de armamentos, en tierra y en los mares; ninguna potencia quería quedarse atrás. Imitando el modelo alemán, todas las potencias, salvo Gran Bretaña) crearon grandes ejércitos, formados por todos los varones útiles; además, el complicado escenario era bastante inflexible y cualquier alteración podía convertir todo en un desastre logísitico. En los mares los británicos se aseguraron su apoyo para poder concentrar la mayor parte de su escuadra en el mar del Norte frente a la amenazas de la Flota de Alta Mar alemana. Fue igualmente una sorpresa el protagonismo de los submarinos durante la guerra; las minas submarinas fueron también un nuevo e importante factor a tener en cuenta. Toda aquella concentración de armamentos llévó a muchos a pensar que la próxima guerra fuera tan terrible que supusiera el fin de la civilización; surgieron iniciativas, estableciendo limitaciones al armamento y su uso, e intentando renovar y humanizar las leyes y los usos de la guerra (La Haya 1899, los Convenios de Ginebra de 1864, la Conferencia de Ginebra de 1874, etc.). Por otro lado, la causa inmediate del estallido de la guerra se remonta a la crisis bosnia de 1908; ante la descomposición del Imperio otomano, Austria-Hungría se anexiona Bosnia-Herzegovina, con amplias minorías serbias. Se sucedieron la guerra italo-turca y las dos guerras balcánicas, la primera contra los turcos y la segunda entre los vencedores, con una nueva frustración serbia por no conseguir su ansiada salida al Adriático, ante la oposición de Austria-Hungría apoyada por Alemania; la Paz de Bucarest, de agosto de 1913, imponía a unos y otros nuevas fronteras, pero ninguno de los contendientes de sentía satisfecho en absoluto. En junio de 1914 se produce el asesinato del heredero del Imperio Austro-Húngaro, Francisco Fernando, en Bosnia-Herzegovina. El 23 de julio solo Viena presenta a Belgrado su ultimátum de 48 horas, exigiendo la participación de su propia policía en la trama terrorista en el territorio de la misma Serbia. Viena y Belgrado decretaron la movilización, mientras Rusia decidía la suya el 25 de julio, pese a las mediaciones de unos y otros. El 28 de julio finalmente Viena declara la guerra a Belgrado, iniciando como respuesta los rusos su movilización general dos días después, que fue seguida inmediatamente por la alemana, exigiendo la neutralidad de Francia y la entrega de varias fortalezas fronterizas francesas, como Verdún y Toul. El 1 de agosto el Imperio alemán declara la guerra a Rusia, y dos días después a Francia; de forma preventiva, Churchill moviliza a la Royal Navy por prevención, pero los planes alemanes preveían la invasión de Francia, violando la neutralidad de Bélgica, que se negó a permitir el paso de los ejércitos alemanes. Finalmente, Londres y París declaran la guerra a Alemania el 11 y el 12 de agosto. La guerra se prologó durante más de cinco años, con más de tres millones de muertos y la ruina de cuatro imperios, el de Berlín, el de Viena, el de Moscú y el de Estambul y muchos problemas sin resolverse e incluso agravados.
Registros relacionados: En: Revista general de marina. - Madrid : Depósito Hidrográfico, 1877- = ISSN 0034-9569. - 01/08/2014 Volumen CCLXVII agosto / septiembre - 2014 , T. 267 (ag.-sept. 2014), p. 205-220
Materia / lugar / evento: Guerra Mundial
Polemología
Antecedentes históricos
1914-1918
Europa
Estados Unidos
Rusia
Tipo de publicación: Artículos y Capítulos