La catástrofe de Ribadelago y la Armada española

Notas: Resumen: Este artículo trata de la catástrofe ocurrida por la rotura de la presa Vega de Tera en la localidad zamorana de Ribadelago el 9 de enero de 1959, en la que murieron 144 vecinos, de los que solo se recuperaron 28 cuerpos. En las tareas de búsqueda de los cuerpos participó activamente la Armada española hasta el 21 de mayo de 1959, en que se suspendieron los trabajos, más de cuatro meses después de ocurrida la catástrofe. Para la búsqueda de los cadáveres llegó a la zona un equipo de buceadores autónomos del Centro de Investigaciones y Actividades Subacuáticas de Madrid y también un equipo de buceadores del Centre de Recuperació i d'Investigacions Submarines de Barcelona. La actuación de los buceadores fue muy complicada debido a la capa de lodo existente en el fondo, a que las aguas estaban muy turbias y su temperatura no superaba los 2º C. Por su parte, el Regimiento de Zapadores de Salamanca del Ejército de Tierra tendió un puente para restablecer las comunicaciones entre las dos orillas y para permitir el paso de vehículos para el desescombro iniciado por el Regimiento de Infantería Toledo nº 35. Se rastreó el río Tera y el lago de Sanabria sin ningún resultado. El 6 de marzo llegó un destacamento de la Base Naval de La Graña, que realizó un dragado del lago y también un rastreo de personas con resultado negativo. Las condiciones climatológicas fueron extremedamente duras, especialmente para los buzos. El 15 de mayo se terminaron las tareas de búsqueda y se desmontó la draga. El día 21 de mayo llegó un convoy que llegó a sus destino después de haber participado en las tareas de búsqueda de víctimas de la catástrofe, que tuvo un gran eco en el extranjero.