"La isla de Faial es la quinta isla más grande del archipiélago de las Azores, Portugal. Su capital es Horta. La isla también es llamada la isla del azul de las Azores, por la gran variedad de playas y flores, y también algunos habitantes de Portugal la llaman el Paraíso de las Azores. Ofrece desde la playa una magnífica vista del volcán de Pico. La población es de 15.476 hab. El área es de 173 km². La isla forma parte del grupo central de las Azores. El punto más alto es el Cabeço Gordo, con una altura de 1.043 m. La isla, que en el pasado dependió de la caza de ballenas y la agricultura, fue próspera hasta la erupción del Capelinhos en 1957. Las comunidades de las costas septentrional y occidental se vieron muy afectadas por la erupción del volcán, pues tierras agrícolas quedaron inutilizadas y cubiertas con arena y ceniza. Esto llevó a la emigración de cuatro mil personas a los Estados Unidos, dirigidos por miembros de la diáspora portuguesa en Nueva Inglaterra y el influyente senador de Massachusetts, John F. Kennedy. Además, la caza de ballenas, como un negocio comercial viable fue lentamente recortada con innovaciones en el sector químico y la lucha por los derechos de los animales."
"Faial Island (Portuguese pronunciation: [fja]), also known in English as Fayal, is a Portuguese island of the Central Group (Portuguese: Grupo Central) of the Azores. The Capelinhos Volcano, the westernmost point of the island, might as well be the westernmost point of Europe, if the Monchique Islet, near Flores Island, is considered part of North America, for it sits on the North American Plate. With its nearest neighbours, Pico (east across the channel) and São Jorge (northeast across the channel), it forms an area commonly known as the Triângulo (English: Triangle). The island has also referred to as the Ilha Azul (English: Blue Island), derived from the writings of Portuguese poet Raul Brandão, due to the large quantity of hydrangeas that bloom during the summer months: "The man that had the idea to border the road with these plants should have a statue on the island. In no other place, do they prosper better: they need a covering of light, humidity and heat...they are in their place. Their blue, is the blue that adorns the Azores on lipid days...this is a blue that is even more blue, the bunches of flowers of a colour more intense and more fresh. They are in every direction: rising along the roads and the fields forming hedges; they serve to divide the parcels and to cover the peaceful animals."Raul Brandão, As Ilhas Desconhecidas (1926), p.33"